Encuentro sorpresa

Salgo de Hogwarts para ir a mi lugar favorito de Hogsmeade, la tienda de chucherías y golosinas de Honeyduckes.
Me dirijo hacia allí con un paso un poco rápido pero firme y decidido. Una vez allí, abro la puerta lentamente y me dirijo hacia las estanterias de golosinas, cojo una bolsita, las voy cojiendo y las pongo dentro de la bolsa. Mientras voy cojiendo me voy retirando el pelo hacia atrás.

Oí la campanita de la puerta abrirse y giré la cabeza hacia la entrada. Ví a una chica que parecía extranjera, que entraba en la tienda y olía todo lo que había en ella. Vaya chica más rara, pensé y seguidamente volví a cojer golosinas, esta vez, más hacia la entrada.

Levanté la vista hacia la chica francesa, retirando los mechones de pelo de la cara..
- ¿No ves que estoy ocupada? - Dije con una voz fría y serena. - Ve por el otro lado. - Dije educadamente.

- Ah.. Pues tendrás que esperar sentada monina. - Dije con una sonrisa irónica en mis labios de color rojo, dije mientras te señalaba una única silla al fondo del pasillo.

-Porque en este mundo las extranjeras se esperan y respetan a los nativos de aquí. - Dije segura de mí misma y con un poco de chulería.

- Y sí, compraré muchos, no quiero que la chusma se los quede todos para ellos solos. - Dije un poco asqueada.

La miro mal después de empujarme hacia las golosinas, la cual caen algunas al suelo y se oye un ruido.
- A ver guapa, yo de vaca nada. Si yo soy una vaca tú eres un palillo. - Le dije con una risa ironica al final.

-Yo un palillo? - puse una cara de no comprender pero despues recorde que significaba aquello.
-Je sais - sonrei - merci - le agradeci el halago .
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Rodéé los ojos hacia un lado y me retiré el pelo hacia atrás. - Ser un palillo no es un halago monina, quiere decir que estás muy delgada, al borde de la anorexia.- Dije con superioridad respecto a ella.